Juan Gómez: “Después de dedicarme a la hostelería, con Ambiseint he ganado calidad de vida.”
Tenía un restaurante en una zona muy turística de Madrid, en la Plaza Mayor. Antes de la pandemia, el negocio iba perfecto. Era un restaurante que funcionaba muy bien, y estaba lleno todos los días, con clientela desde hace más de catorce años. Vino la pandemia y tuvimos que cerrar con el confinamiento. Después cuando abrimos con la tercera fase, la facturación había bajado un 70%. Tuvimos que hacer un ERTE y trabajar solo mi socio y yo. Al no haber regresado el turismo al 100% todavía, no nos pudimos mantener y tuvimos que cerrar en febrero de 2021.
-¿Qué decidió hacer después? ¿Cuál fue su opción para comenzar de nuevo y salir adelante?
Mi hijo trabajaba en Ambiseint con Fernando, el Director General. Primero estuvo cinco o seis años como técnico y después, abrió su propia franquicia. El confinamiento nos pilló a mi hijo y a mí confinados en una casa de campo que tenemos. Yo le dije: “la hostelería está acabada”. Y él me dijo, “si va mal la hostelería, coges una franquicia como la mía en Madrid Sudoeste, que es una buena zona. Esto te va a dar para vivir”. Él me animó y me echó un cable. Mi plan B a la hostelería era que, con 53 años que tengo, la mejor alternativa era Ambiseint. A Fernando le tengo muchas cosas que agradecer.
-Y abrió su franquicia en Madrid Sudoeste…
Empecé la franquicia recientemente. Llevo meses y me va muy bien. Trabajo, intento llevar Ambiseint a todos los negocios de mi zona Cuando me avisan de pueblos cercanos al mío, me desplazo para dar el servicio allí donde haga falta.
-La restauración es un negocio sacrificado, de una alta dedicación. ¿Cómo ha cambiado su vida en este sentido?
Este nuevo proyecto es muy personal; hablas directamente con el cliente. Es de pasar a preguntar a ver qué tal le va, para ver en qué le puedes ayudar. He ganado en calidad de vida. Es diferente del trabajo en hostelería; trabajas sin tanta presión, de otra manera.
-¿Cómo es su día a día en el negocio?
Tienes que trabajártelo mucho, ser muy fiel al cliente, no engañarle.
-¿Qué apoyo recibe desde la Central de la franquicia?
La formación que te da Ambiseint es muy importante; al principio el tema de la tecnología me costaba más. En la Central son muy atentos: Fernando, Marta y su equipo. Cualquier problema que tengo, su equipo automáticamente me ha ayudado. Tienen un servicio al franquiciado muy bueno.
-¿Cuál cree que es la clave del éxito de Ambiseint en el sector del Marketing Olfativo y la franquicia?
Lo más importante es la sinceridad con la que te venden el producto; en el momento que tengas algún problema y no la quieres, te la vuelven a recomprar. La táctica de las franquicias es que te venden una franquicia, una zona, y tú te tienes que atener al contrato. El producto es el suyo, y luego, si tienes un problema, es muy importante que el propietario de la franquicia te lo va a solucionar. Fernando es una persona muy cercana; tienes cualquier problema y te ayuda. Marta también es encantadora y muy trabajadora.
Tengo muchos amigos trabajando en ayuntamientos, empresas grandes… Aquí en Madrid, por ejemplo, hay empresas muy grandes, y sí que es cierto que Ambiseint es una franquicia que da la talla. Hay otras empresas dedicadas al Marketing Olfativo, pero fallan en el servicio o en la calidad del producto.
-¿Animaría a otros empresarios de hostelería que estén buscando una nueva orientación a emprender con un negocio como el de Ambiseint? ¿Qué consejos les daría?
Les diría que hay muchos negocios que te dan para vivir tanto o más que la hostelería. Llega un momento que la hostelería es mucha devoción; formas familia con los clientes. Les diría que no tengan pena, pues el cambio es calidad de vida. No creo que el esfuerzo de la hostelería llegue a ser recompensable. A los que tienen familia con hijos pequeños, la hostelería no se la aconsejo.
-¿Cómo ve su futuro de aquí a su jubilación? ¿Qué le gustaría hacer?
Lo que me gustaría es tener una empresa que le pueda dejar a mis hijos. Me gustaría decirles que les dejo el negocio montado y totalmente solvente, y que ya lo puedan trabajar ellos. Como he dicho, mi hijo ya tiene su franquicia Ambiseint también en Madrid, y mi hija se dedica a otra actividad; pero me gustaría dejarles ese futuro.